22.9.10

Tu rincón...

Déjalo todo en un rincón, en ese rinconcito donde sólo entras tú, donde puedes ser la princesa de los cuentos de hadas que leías de mayor, o de los sueños locos que tenías de pequeña.

Guarda tu vida, tus manías, tu color preferido y tus uñas pintadas de azul. Encierra tus pensamientos locos, tus sentimientos más sinceros, los latidos de su corazón, el rubor de tus mejillas y las mariposas de los momentos en los que viviste.

Guárdalo todo y cierra con LA llave, ésa llave que abre tus secretos más profundos.

Así nadie podrá arrebatártelos, siempre serán tuyos, siempre formarán parte de lo que tú eres.

Y así, cuando no sepas quién eres, cuando no recuerdes por qué te sientes diferente, podrás acudir a ese rincón, a ese espacio de tí en el que eres sólo tú.

(:

7.9.10

¿Quiénes somos...?

¿Quién soy? ¿De verdad soy eso que muestran los espejos? ¿O es todo fruto de una realidad distorsionada por nuestros propios ojos? A lo mejor nada existe y es cierto que vivimos nuestro propio Matrix, pero, ¿y eso qué mas da, si nunca lo sabremos?
Prefiero cambiar la visión no tangible, esa que nos define: ¿realmente somos seres creados para el trabajo? ¿obtenemos la felicidad de la sociedad? Yo sí creo que somos seres sociales, pero no creo necesaria la masividad de la actual sociedad para que todos seamos felices. Es más, creo que es este rebaño lo que nos lo impide. Si todos fueramos tratados como personas y no como ganado, podríamos llegar a conseguir la felicidad que tanto anhelamos. Porque ahora, tal y como están las cosas, no nos dejan casi tiempo ni de mirar hacia dentro para ver qué es lo que realmente somos y queremos, y porque si tenemos tiempo, nos lo ocupan para que ni nos planteemos el hacerlo y obviamente, deciden por nosotros para que no tengamos ni que preocuparnos por ello. Si no te preocupas por saber lo que realmente quieres, por desarrollarte, descubrir lo que te llena, y conseguirlo, morirás con un montón de bienes, de dinero y de gente que llorará tu muerte. Gente que no te conocerá, porque ni siquiera tú te conocerás.
Concédete un momento. Conócete a ti mismo. Eres más de lo que te dicen que eres. Mucho más.
Así como el amor a la libertad, el odio a aquel que nos la arrebate.