Hay que ser uno mismo.

Si nuestra felicidad dependiera de las pequeñas cosas de la vida, seríamos mucho mas felices.

No me costó mucho tiempo llegar a la conclusión de que, aunque no pinte nada en el mundo, tengo una labor aquí que no se limita a casarme, conseguir un empleo fijo y sobrevivir. Mi propósito en la vida va más allá de todo eso: deseo contribuir a la felicidad de quienes me rodean.

Sé que no es una meta fácil, más no desistiré si es que es mi única razón de vida.

Lógicamente, es una razón egoísta, pues al hacer feliz a mi gente, consigo mi propia felicidad.
Pero...¿qué puedo hacer yo?

Espero conseguir aportar más alegría que tristeza, más risas que llantos, más sorpresas que decepciones, más sonrisas que ceños fruncidos, más sueños que pesadillas...
Y más, mucha más felicidad que infelicidad.


Todos deberíamos ser un poquito más Amelie:

- Me gusta el tacto tibio de una prenda de ropa recién lavada y secada en el radiador, notar hormiguitas en la tripa cuando una persona especial me acaricia la mano, enroscarme un mechón de pelo con el dedo y el olor de la hierba húmeda. -


¿Y a ti...qué te gusta?



(Amelie tiene de repente la extraña sensación de estar en total armonía consigo misma.
En ese instante todo es perfecto: la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad.
Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente que un arrebato de amor, parecido a un deseo de ayudar a toda la humanidad, la empapa de golpe...)

Hoy me apetece hablar...

...del ser humano.

El ser humano es...como una lámpara. Mientras está enchufada, funciona. En el momento en el que alguno de sus circuitos internos se estropea, muere.

Yo, de momento, sigo enchufada; y mientras vivo no puedo dejar de fijarme en la pobreza de las mentes que nos rodean. No es que, ni mucho menos, me considere una persona sabia...no, no me refiero a eso. Me estoy refiriendo al ansia por saber, por conocer lo que nos rodea, por tener inquietudes... No sé por qué, pero me temo que es algo que no sobra hoy en día.La gente ya siquiera se molesta en pensar. ¿Para qué, si ya me dicen lo que tengo que saber?

El concepto actual de "humano" no es el correcto. La "humanidad" es considerada una virtud...pero yo cambiaría esa acepción: lo "humano" sería lo egoísta, lo interesado, los actos cobardes, hipócritas...
Pocos se salvan.

Si crees que me equivoco, demuéstralo.

El amor...

...y los celos. ¿Por qué existen los celos? ¡Dudo mucho que nadie quiera nunca tener celos!
Es una sensación desgarradora, y personalmente, la mayoría de las veces me siento una imbécil por tenerlos sin razón...aunque nunca sean del todo irracionales.

Y para colmo, el tema suele acabar en discusión, que es ya lo que faltaba. Porque claro, tu piensas mal y él se enfada. Resultado: un día de mierda. Aunque hayas estado el resto del día genial, da igual.

Los celos son un sentimiento que no debería de existir. El ser humano, como la mayoría de los animales (que no todos) no está hecho para vivir en pareja, y aun así nos empeñamos y luego pasa lo que pasa...que nos enamoramos, y el amor duele, y no sólo los celos.


(Es imposible que encontremos nuestra media naranja...¡¡¡Porque somos limones!!!)