19.6.16

Amores

- ¿Y qué hacemos con el amor que no tiene otro amor con el que crecer juntos, eh? O con el que tiene otro amor más pequeñito...
El amor grande quiere correr y saltar y montarse de cabeza en la montaña rusa, pero el pequeñito tiene miedo. ¿Y qué hacemos?
- No sé qué hacer, nunca me ha pasado.
-¿Nunca?
- Nunca. Solo una vez estuve dispuest@ a darlo todo, a comérmel@ a besos, a aprenderme su cuerpo de memoria, a construir con ella universos donde la piel de gallina sería el estado normal de nuestra piel y los años no pasarían, sólo el tiempo compartido.
- ¿Y qué pasó?
- Conseguí darle un beso...y como estaba enferm@ de miedo, me contagió. Ahora ya no me pasará nunca más.
- Eso no puede ser... ¿y ahora yo qué hago?
- ¿Quieres que te bese a ver si te contagio?
- Vale.
- ¿Has sentido algo?
- Chispitas en la sangre y calor en el corazón. Igual no es inmediato... ¿me das otro?
- ¿Y ahora? ¿Has sentido algo?
- Todo.
- Mmmm...creo que no funciona.
- ¿Por qué? ¿Has sentido algo?
- No sé...puede.
- ¡Lo sabía! Lo he conseguido, te he curado.
- ¿¿Cómo??
- Contra el miedo el único antídoto es el amor. Y yo te quiero.
- ¿Qué dices? No te entiendo
- Tranquil@, a partir de ahora volverás a entenderlo todo.
- ¿Entonces...el amor grande gana?
- En el amor tod@s ganan. Si el amor grande no tiene otro amor que le acompañe puede montarse en la montaña rusa solo y disfrutar del maravilloso viaje, y si algún amor pequeñito no puede acompañarle quizá puedan empezar montando junt@s en el tiovivo. Pero acuérdate de esto: el que ama siempre gana. Gana sentir a flor de piel, gana soñar despiert@, gana chispitas en la sangre y calor en el corazón, brillo en la mirada e inspiración para escribir cosas como ésta.
- Entonces, ¿podré amar de nuevo?
- Siempre que tú quieras.
Así como el amor a la libertad, el odio a aquel que nos la arrebate.